martes, 23 de septiembre de 2014

Gallardón dimite.

Vecin@s... Gallardón ha dimitido.

Y es más, incluso deja la política.
Pero, ¿porque ha ocurrido esto? o mejor dicho, ¿porque no lo hizo antes? porque ya tenía antecedentes suficientes para ello desde luego.
Ha dejado un ayuntamiento con una de las mayores deudas de España en cuanto a municipio se refiere, ha incrementado las zonas azules, ha incrementado los controles policiales, ha incrementado las restricciones en cuanto a ordenanzas municipales, amén de candidaturas olímpicas y un largo etc. y eso en el ámbito local. 

Sin embargo, por si esto fuera poco, los de su partido decidieron que lo había hecho bien y lo colocaron como ministro de justicia, por lo menos había hecho derecho, aunque más bien parece que del revés.

En fin, a parte de los chistes fáciles que se puedan hacer. Su último proyecto, y decimos "su" aunque es probable que respondiera a intereses mas allá de los dictados por su propia ética, era implantar una ley retrograda de tod@s conocida, la famosa ley del aborto

El caso es que esta ley hoy, día 23 de Septiembre, ha sido abortada... curiosa parábola del destino ¿verdad? ¿La razón? Resulta que no había consenso suficiente dentro y sobretodo fuera del partido.

Analicemos la situación:

-        Esto quiere decir que obedecen a algún tipo de presión mas allá de las convicciones éticas personales (era obvio)
-        Es probable que el sector femenino de su partido, aquellas más conscientes de la realidad, hayan dicho "esta ley es una mierda porque quita derechos a las mujeres".
-        Es más que probable que el panorama político que últimamente bascula más hacia movimientos sociales haya creado algún tipo de presión.
-        Es posible la presión social de las calles haya hecho alguna mella.
-        Es más que posible que la situación del partido sea critica. Casos como Bárcenas, Gurtel, etc. están destrozando la imagen de pureza espiritual que querían demostrar junto con el crucifijo y el rosario (respetando el comentario a aquell@s que los utilizan sin coartar libertades a otr@s)

Así pues, parece lógico que este señor haya dicho "hasta aquí hemos llegado". Esto debería enseñar al resto de figuras políticas una lección: La representatividad recae en la decisión de uno o unos pocos pero no demuestra que exista la decisión de la mayoría y sobretodo no se busca un consenso llegando hasta donde ha llegado.

Una última pregunta reflexiva: ¿Si esto era obvio, para el PP, es posible que le dijeran a Gallardón que sacara esta ley para darle la patada sin tener que dársela públicamente? o esta es la forma más pública que puede una persona recibir una patada? 
En cualquier caso no se le echara de menos.

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